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domingo, 19 de febrero de 2012

La ansiedad bajo control

¿Quién no ha tenido hoy día momentos estresantes más o menos leves? El ritmo de vida que nos hemos impuesto, nos hace correr de un lado para otro, a veces sin sentido, y si hemos tenido la sensación de que el día debería durar unas cuantas horas más, estamos sometidos al estrés.
El estrés es una respuesta adaptativa que tenemos, que nos hace estar preparados frente a cualquier cambio en nuestro entorno. Es necesario un cierto nivel para mantenernos alerta, pero si se mantiene esta situación de forma continua, aparece un problema, el cuerpo y la mente se desgastan y necesitamos un aporte extra de determinados nutrientes. 
¿Cuáles son los síntomas de que estamos en esa fase de agotamiento? Son muy visibles, aunque a veces los asociamos a otros problemas:



  • Incremento o ausencia de las ganas de comer
  • Estado de ánimo variable
  • Sueño, esa sensación que se tiene a veces de que no has dormido lo suficiente.
  • Dolores de cabeza
  • Problemas digestivos
  • Caída del pelo
  • Depresión
  • Nerviosismo
  • Ansiedad
  • Contracturas musculares
  • Continuas enfermedades, como pasarse todo el invierno con un resfriado...
  • Problemas de piel, como dermatitis, herpes, etc.
Para solucionar estos problemas, no es posible hacerlo de una forma rápida, ni siquiera con medicamentos, así que os voy a recomendar unas pautas para mejorar la situación.
Lo mejor sería librarnos de aquello que nos estresa, pero está claro que no es lo más común ni lo más fácil (no podemos vivir sin problemas en el trabajo, la familia, la casa...). Bueno, como eso no lo podemos hacer mis recomendaciones empiezan por una vida más sana: dormir lo suficiente, dieta equilibrada, limitar cafeína y alcohol, no fumar, descansar, aprender técnicas de meditación, etc. Si con esto no es suficiente, tendremos que recurrir a complementos alimenticios que nos pueden ayudar. ¿Qué os recomiendo tomar? 
Como el cuerpo está agotado, se debería probar con algo que nos reportase energía, tipo Rhodiola. La rhodiola es una planta adaptógena parecida al ginseng, pero no interfiere con la tensión arterial, así que he elegido ésta para que todos puedan aprovechar sus beneficios. Además aumenta la síntesis de endorfinas, hormonas que producimos y nos producen bienestar. En el caso de que no haya problemas de tensión alta se puede tomar ginseng coreano o siberiano.

Acompañando a esta planta adaptógena deberíamos tomar magnesio con vitamina B6, muy importantes para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Y por último, una planta relajante, como puede ser la melisa o la pasiflora.
No es necesario tomar muchas pastillas, pues seguro que en el mercado hay alguna que mezcla los tres componentes: aumentar resistencia, equilibrar el sistema nervioso y relajar.
Así que...¿estáis listos para abandonar vuestro estrés? Eso sí, no hay que mezclar con ansiolíticos.


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