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sábado, 30 de abril de 2011

Crema de calabaza y algas

Casi, casi nos vamos acercando al verano, pero todavía podemos encontrar algún producto como la calabaza, con la cual podemos hacer un plato que lo vamos a llamar "crema de calabaza a mi aire". No tiene mucha fama esta cucurbitácea, sólo la mencionan en las fiestas de Halloween, pero añadida a cualquier plato da un toque de color y un sabor ligeramente dulce. ¿Por qué comer calabaza? Hay varias razones: posee betacaroteno, mucha fibra, minerales y algún aminoácido. Además protege nuestro intestino cuando hacemos una comida pesada o algo nos sienta mal. Otra propiedad importante es que contiene ¡poquísimas calorías!, ideal en una dieta de adelgazamiento que no sea la de Dukan.



Mi receta es muy sencilla y sólo necesitamos calabaza, cebolla, alga nori, una patata, aceite de oliva, agua y un poco de miso. Yo pongo la cebolla con la calabaza y la patata pequeña en una cazuela con tapa y, a fuego lento, se va haciendo poco a poco. La última vez que lo hice no eché nada de aceite y se fue haciendo en su propio jugo. Cuando la cebolla esté transparente, se añade el agua que lo cubra, sin pasarse y el alga. La variedad que yo empleo es la nori, pero puede hacerse con cualquier otra. Dejamos que cueza 15 minutos y lo apagamos. Cuando se enfría un poco, echamos el miso, que al igual que el alga puede ser cualquiera: hacho (sabor más fuerte), mugi (el de cebada) o genmai (el de arroz). Lo pasamos por la batidora y un chorrito de aceite de oliva, para darle el toque de ácidos grasos insaturados. Es un plato completo de vitaminas, minerales y energético. Ésta es la versión para vegetarianos. En una versión diferente, se puede añadir queso o hacer la crema con nata líquida, lo cual lo único que aporta es un montón de grasa saturada y bastantes más calorías.





¿Estáis listos para probarla?